Albert Bruce Sabin fue médico, virólogo y, sobre todo, un hombre que eligió a la humanidad por encima de la fortuna.

Alberto Sabin

Sabin nació en 1906, en Białystok, Polonia, y murió en 1993, en Washington. Descubrió la vacuna oral contra la poliomielitis, una enfermedad que por décadas aterrorizó al mundo, especialmente a los niños.

Rechazó patentar su descubrimiento. No quería ganancias, ni gloria. Quería dar esperanza.

“Muchos insistieron en que la registradora como patente”, dijo. "No lo hice. Era un regalo. Un pequeño regalo de un padre para todos los niños del mundo". Y así fue.

Simple. Eficaz. Incomprendido por quienes solo saben mirar hacia el lujo, pero profundamente valorado por quienes viven en las favelas, en los campos de refugiados, por la mayoría silenciosa que aún cree en la bondad. Albert Sabin no solo pertenece a la historia como un científico brillante. Pertenece al corazón de la humanidad.