Un tema frecuente en la práctica cotidiana profesional de la salud es la decisión de buscar el apoyo de opinión de un colega.
Algunos médicos dudan en derivar pacientes a otros médicos; o debido a que están seguros de poder manejar ellos mismos los problemas o porque se sienten inseguros por la posibilidad de perderlos. En ciertos casos la situación clínica puede sobrepasarlos y eso se traduce en problemas para ellos y sus pacientes. Aun estando seguro de estar en la pista diagnóstica o terapéutica correcta, obtener la opinión de otro médico puede ser bueno para la tranquilidad de su paciente y la propia. Desde el punto de vista médico legal, la justificación para derivar un caso difícil es obvia.

Si un médico que no es cirujano tiene un paciente del que opina que necesita una operación, la decisión de derivar es, por supuesto, fácil. Puede ser más difícil cuando está considerando si llamar a un colega de similar entrenamiento y habilidades, como en el caso de una relación de un internista con un especialista dentro de la medicina interna (reumatólogos, cardiólogos etc.). Por lo general es sabio solicitar ayuda en estos cuatro tipos de situaciones: cuando un paciente no se recupera tan rápidamente como debiera, cuando un paciente o sus familiares aparentan estar insatisfechos con su progreso, cuando el diagnóstico es oscuro, o cuando se hace visible que un paciente puede recuperarse sólo parcialmente o puede morir. Mientras que sólo raramente un médico se mete en problemas por llamar a un colega para solicitarle ayuda, todo médico con experiencia podrá recordar instancias en que llegó a lamentar el no haber solicitado una interconsulta.

Organización de la interconsulta

Es mejor preguntarle primero al paciente o a sus familiares si tienen alguna preferencia por algún médico en especial. Si el paciente o su familiar plantea un nombre o nombres antes de que uno lo haga, se puede caer en la trampa de no mencionar al profesional que la familia conoce y le agrada. El paciente podría preguntarse por qué no ha sido mencionado el médico por él conocido y puede, en algún momento comentarle esto al colega. Sin embargo, si la familia no tiene un médico especial elegido, se puede entonces sugerir tres o cuatro nombres como alternativa. Una lista más extensa los confundiría con demasiadas elecciones, mientras que una lista más corta sugiere que conoce Ud. menos médicos en los que confía o que está Ud. llamando a amigos personales quienes lo cubrirán o con quienes tiene algún arreglo de participación económica.

Si no existe una urgencia, es más eficiente que el paciente solicite su propio turno. Él podría solicitarlo a la hora que más le convenga, y el médico consultado no se sentirá presionado de tener que darle un sobre turno al paciente.

Algunos médicos, sin embargo, prefieren hacer los arreglos de consultorio generalmente cuando el paciente se encuentra presente. Esto les otorga mayor control de la situación y ayuda a asegurar que el paciente obtenga su turno dentro del tiempo apropiado. 

Si no es una emergencia, es aconsejable brindarle al médico consultado la información que necesita por escrito. Envíele una breve nota con la descripción del problema médico y sus propios hallazgos. Incluya fotocopias de notas de consultorio, tales como historia clínica, examen físico, resultados relevantes de laboratorio y radiografías pertinentes.

No fotocopie la cartilla completa, ya que puede contener información irrelevante o confidencial. Por ejemplo, un aborto incompleto de una joven de 16 años no tiene nada que ver con un acné; enviar su registro médico completo al dermatólogo sería un error y podría también conllevar a una demanda legal. Siempre especifique que desea que el médico consultado realice: que tome el caso, que sugiera estudios o terapia de diagnóstico adicionales, que esté de acuerdo con el rumbo actual, etc. Si espera que él le devuelva al paciente, deje en claro en qué punto esto debería tomar lugar, por ej., hágale saber al cirujano que Ud. desea saber qué consejos debería darle al paciente después de la operación sobre cuidados post operatorios.

Dé el resumen del caso por teléfono en lugar de por nota solo cuando circunstancias inusuales lo demanden. Tal llamado interrumpirá al médico consultado y requerirá que éste deba tomar trabajosas notas sobre todos los detalles. La comunicación oral frecuentemente consume más tiempo y está más propensa a error que la escrita por ej., cuando solicita una larga lista de resultados de laboratorio. Con una conversación telefónica, será su palabra contra la del médico consultado si se comete un error y el caso es llevado a la corte.

Orientando al paciente

El paciente tiende a sentir un poco de ansiedad sobre tener que asistir a un médico que no conoce, por lo tanto ofrézcale (a él o a su familia) una orientación a fondo. Explíquele porque está siendo remitido y que se le hará cuando llegue allí. Si sospecha que un paciente necesita que se le realice una biopsia de pulmón o una punción de médula ósea, avísele que se prepare para la misma. Sin embargo, siempre recuérdele que es el médico de referencia quien toma la decisión final.

Si el paciente debe estar al cuidado del médico consultado durante algún tiempo, asegúrese de que el paciente comprenda que Ud. continuará siguiendo su caso para poder proporcionarle el cuidado necesario cuando regrese.

¿Debería discutir los honorarios del médico consultado con su paciente, en lugar de comunicarle que los habrá? Algunos médicos lo hacen sólo si existen dudas sobre las posibilidades de pago del paciente. En ese caso, lo mejor es discutir los honorarios del médico consultado antes, y luego con el paciente. Cuando el paciente conoce con antelación cuáles serán los valores de la interconsulta, es más probable que abone sin problemas a que si es sorprendido repentinamente con valores que no esperaba. Asegúrese de que el paciente comprende que el monto estimado no cubre otras complicaciones u otras dificultades no previstas las cuales pueden requerir tiempo y servicios adicionales.

Seguimiento

Si el médico consultado no se pone en contacto con Ud., puede que esto lo haga sentir incómodo debido a que no podrá dar una respuesta inteligente a las inevitables preguntas que tenga su paciente sobre la interconsulta efectuada. Una manera de evitar esto, sería estableciendo que el paciente lo llame por teléfono dentro de las 24 horas posteriores a haber sido atendido. De esta forma, Ud. sabrá que la consulta se llevó a cabo. Si el médico consultado no lo llamó para pasarle un informe preliminar sobre sus hallazgos, el corto tiempo de que ha transcurrido explicaría su falta de noticias. Luego conviene comunicarse inmediatamente con el médico consultado.

No realice otras hipótesis ignorando el consejo del médico consultado. Si está en desacuerdo con cualquiera de sus sugerencias, dígale porque opina Ud. que deberían ser modificadas y lleguen a un acuerdo de compromiso. Al paciente los desacuerdos médicos no le inspirarán confianza ni en Ud. ni en el médico consultado. Más serio aún, ignorar el consejo del médico consultado o no seguir sus indicaciones, pues ante una situación de conflicto puede generar problemas.

En casos quirúrgicos, deje de escribir ordenes el día anterior a la cirugía y, no continúe hasta que el paciente sea devuelto a su cuidado. Si sus observaciones sugieren un cambio en la medicación o un nuevo diagnóstico o complicación, pegue una nota en el frente de la carpeta, comuníquese por teléfono con el médico consultado, o si no asegúrese que él esté al tanto de lo que sea que requiera su atención.