Un recorrido por la vida de uno de los médicos más destacados de la historia
Galeno, el médico de todos los médicos

Galeno nació en Pérgamo, la ciudad helénica mas grande en la provincia romana de Asia, actual territorio de Turquía, en el año 129 aC. La ciudad se había vuelto famosa porque manufacturaba para la escritura un material alternativo al papiro, que actualmente conocemos como pergamino. 

Empezó su educación médica formal a los 16 años, con dos seguidores de Hipócrates, Estraconio y Sátiro, al amparo del templo de Pérgamo dedicado a Asclepios, el dios de la medicina y la curación griego. Luego continuó sus estudios en Esmirna y Corinto. 

En estos primeros años toma contacto con la obra del célebre médico Hipócrates de Cos, que sería su principal referente a lo largo de su carrera.

Galeno completaría sus estudios en Alejandría, Egipto, la antigua capital de los Tolomeos y principal centro cultural del Mediterráneo. Aquí aprendería la importancia de los estudios anatómicos y fisiológicos para la medicina, diseccionaría cadáveres de animales y entraría en contacto con la obra de importantes anatomistas como Herófilo y Erasístrato.
Debido a que en la antigua Roma la disección de cadáveres estaba prohibida por la ley, Galeno realizó estudios diseccionando animales como cerdos o monos. Esto condujo a que tuviera ciertas ideas equivocadas sobre el cuerpo humano. 

Regresó a Pérgamo en 157, al enterarse de la muerte de su padre, que le legó una gran fortuna. Allí trabajó como médico en la escuela de gladiadores durante tres o cuatro años. En este periodo adquirió experiencia en el tratamiento de los golpes y heridas. Años más tarde hablaría de las heridas como las «ventanas en el cuerpo».

Posteriormente viajó a Roma, donde haría demostraciones públicas de sus estudios fisiológicos. Su prestigio lo llevó a convertirse en el médico del emperador romano Marcos Aurelio. 

Bajo el pretexto de arreglar unos asuntos sobre sus tierras en Pérgamo, aunque realmente quizá quiso evitar una epidemia en Roma, estuvo ausente de la ciudad dos años, pero regresó para permanecer en ella más de 20 años. Gracias a Galeno, quedarían para la posteridad registros de la peste antonina.

A los 63 años se retiró a la ciudad de Pérgamo, muriendo cuando tenía alrededor de 70 años.

Escribió fundamentalmente en griego, ya que en la medicina de la época tenía mucha más reputación que el latín. Según sus propios testimonios, utilizó a veinte escribientes para anotar sus palabras. En 191, un incendio destruyó algunas de sus obras. Su principal obra, Methodo medendi —sobre el arte de la curación—, ejerció una enorme importancia en la medicina durante quince siglos. En la Edad Media, los escritos de anatomía de Galeno se convirtieron en el pilar de los estudios universitarios de los médicos medievales.

Sus aportes

Galeno mezclaba un poco de empiricismo, en este caso los hechos anatómicos, con una gran cantidad de especulaciones causales o teleológicas; todo tenía un propósito o causa final. Todas las partes del cuerpo estaban hechas de una manera óptima para servir sus propósitos humanos. 

Muchos de sus estudios fueron sobre lo que hoy se denomina  "neurociencias". Su interpretación de la neurofisiología está basada en el principio fundamental del pneuma (aire, respiración), que tomaba tres formas y tenía tres actividades: 

1) los espíritus animales (pneuma physicon) en el cerebro, centro de las percepciones sensoriales y el movimiento;
2) los espíritus vitales (pneuma zoticon) en el corazón, centro de la regulación del flujo de la sangre y la temperatura corporal y; 
3) los espíritus naturales (pneuma physicon), palabra que incluía tanto los espíritus animales como los naturales) que residían en el hígado, centro de la nutrición y el metabolismo.


Según la teoría del médico, el cerebro era nutrido por las venas y las arterias que llevaban sangre, además de los espíritus vitales (pneuma vital). Estos se formaban en el corazón y eran necesarios para calentar y vivificar los órganos periféricos. Durante el paso de la sangre por la "rete mirabile", una red arterial localizada en la base del cráneo, los espíritus vitales se convertían en espíritus animales (pneuma cerebral). Galeno consideraba que esta substancia misteriosa era esencial para la trasmisión del movimiento y la sensación de todas las partes del cuerpo, por lo que debía tener un cambio final durante su paso por los ventrículos cerebrales.

Otra idea conocida de Galeno era el concepto hipocrático de los cuatro humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra, así como sus cuatro cualidades: tibio, frío, húmedo y seco.

De acuerdo a esta teoría, la enfermedad era principalmente un desorden generalizado en la función corporal debido a una mezcla anormal de los cuatro humores.

En la antigüedad se creía que los humanos estaban hechos con los mismos elementos fundamentales que formaban el cosmos, es decir, fuego, agua, aire y tierra, con las cualidades de, caliente, frío, seco y húmedo respectivamente. La comida y bebida de los animales también consistía de los mismos elementos, que durante la digestión se convertían en los jugos corporales o humores. En ese esquema:

El aire era el elemento de la sangre, el humor que da origen al temperamento sanguíneo.El agua era el elemento de la flema, el humor que mantenía pasivo el temperamento flemático.La tierra era el elemento de la bilis negra, el humor generado en el bazo y que deprime el temperamento para dar la melancolía.El fuego era el elemento de la bilis amarilla, el humor generado en el hígado para inflamarlo y producir el temperamento colérico

El esquema corporal de Galeno consistía en tres sistemas interconectados: 1) el cerebro y los nervios, que eran responsables de la sensación y el pensamiento; 2) el corazón y las arterias, responsables de la energía que da vida o espíritu vital y; 3) el hígado y las venas, responsables de la nutrición y el crecimiento.


Algunos de los aportes de Galeno a la medicina:

Demostró cómo diversos músculos son controlados por la médula espinal
Identificó siete pares de nervios craneales
Demostró que es el cerebro el órgano encargado de controlar la voz.
Demostró las funciones del riñón y de la vejiga.
Demostró que por las arterias circula sangre, y no aire —como pensaban Erasístrato y Herófilo—.
Descubrió diferencias estructurales entre venas y arterias.Describió las válvulas del corazón.
Describió diversas enfermedades infecciosas —como la peste de los años 165-170— y su propagación.
Dio gran importancia a los métodos de conservación y preparación de fármacos, base de la actual farmacia galénica.
Su tratado Sobre el diagnóstico de los sueños (De Dignotione ex Insomnis Libellis, en latín) describe los sueños —es decir, las ensoñaciones— y afirma que estos pueden ser un reflejo de los padecimientos del cuerpo.