Los estrechos vínculos entre la salud humana, la salud animal y la de los ecosistemas en una nota al médico veterinario MV Carlos Corvalán Romero.
"Solo podemos prevenir futuras pandemias con un enfoque One Health (Una Salud)".Con estas palabras, Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó la apertura de la 27° Reunión Anual Tripartita de OMS, OIE y FAO (17/2/21), reafirmando que "la pandemia producida por el SARS-CoV-2 nos demuestra los estrechos vínculos entre la salud humana, la salud animal y la de los ecosistemas.
Desde la provincia de Santa Fe venimos trabajando en ese sentido y fuimos pioneros en nuestro país organizando en agosto del 2018, con auspicio del gobierno provincial, el Simposio "Santa Fe, una provincia una salud" y luego en mayo del 2019 la primera Jornada por "Una salud global" fue organizada por la Academia de Ciencias Médicas de Santa Fe junto a la Fundación del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario.
La Academia toma el testigo del enfoque de Una Salud y por medio del Programa Plussfe (Plataforma Una Salud Santa Fe),convoca a profesionales de las ciencias médicas, ciencias ambientales y afines, para formar una plataforma multidisciplinar que pueda seguir profundizando en los conocimientos transversales que integran el enfoque de Una Salud.
El aumento significativo en la aparición de agentes infecciosos y con un riesgo potencial de convertirse en nuevas pandemias y que un patógeno desconocido puede surgir en cualquier lugar, nos lleva a abordar el estudio sobre la epidemiología de las zoonosis.
La mayoría de la investigación actual se centra en el estudio del patógeno y la persona o el animal enfermos,no así en el estudio de las variables involucradas en las causas de la generación, persistencia y propagación de nuevas zoonosis. Pero el concepto de Una Salud no es solo limitarnos a las zoonosis, el hombre ha alterado el ecosistema y como consecuencia ha devenido el cambio climático que puede llegar a tener efectos mucho más devastadores que la propia pandemia. Estos cambios ambientales pueden explicar el escenario actual de que el 70% de las enfermedades emergentes y reemergentes sean zoonóticas y muchas veces relacionadas con la vida silvestre.
A principios de febrero de este año, el equipo de la OMS que fue a China a determinar el origen del virus de la Covid 19, aseguró que todo continúa señalando su procedencia de los murciélagos, no se ha determinado aún si pasó por un huésped intermedio o el contagio fue por una ingestión o contacto con ellos. En una evaluación de riesgos generales se ha comprobado que la introducción y propagación del SARS-CoV-2, desde los visones hasta los humanos y las poblaciones de vida silvestre susceptibles en Europa, se considera alto.
También se ha comprobado en granjas de cerdos la presencia de coronavirus de cepas sin importancia desde el punto de vista del consumidor, pero sí para los productores, por sus pérdidas económicas. Algunas de estas cepas detectadas en China proceden del murciélago, por lo que podría darse las circunstancias de que estos virus puedan mutar y ser contagiosos a los humanos.
En España, se ha podido demostrar que el SARS-CoV-2 ha infectado perros, gatos y hurones. Otro ejemplo más es el caso de la Lehismaniosis,en donde la vacunación de todos los perros contra esa enfermedad protege también a la población humana.
Tenemos una serie de enfermedades compartidas en las que al menos una especie silvestre y una doméstica pueden actuar como reservorio y mantener la circulación del patógeno, como la tuberculosis o la rabia. La fauna silvestre es un reservorio de cepas de virus y bacterias, incluso algunas de estas últimas resistentes a antibióticos y en concreto las aves tienen gran capacidad de dispersarlas por el medio ambiente, ya sea por sus movimientos locales o migratorios. La influenza aviar, que ya nos ha dado varios avisos, cuenta con diferentes cepas de este virus, algunos de alta patogenicidad sin afinidad específica por los seres humanos pero que ya se registran casos de contagios a estos.
La mayoría de las personas no tiene protección inmunitaria contra aquellos virus que provienen de los animales y que llegan a contagiarlos, y si además se transmiten eficazmente de persona a persona, tenemos una gran posibilidad de una pandemia.
Debe existir un monitoreo sanitario constante e integrado de la vida silvestre y del control de enfermedades en la interfaz fauna-ganado.
¿La era de las pandemias ha comenzado, nos estamos preparando para ello? Vivimos en un medio ambiente cambiante en el que nunca sabemos cuál va a ser el próximo patógeno que pare el mundo, debemos empezar a diseñar un sistema que nos permita reaccionar mejor ante la próxima pandemia. Una salud no es un concepto de moda, es algo que llega para imponerse porque es la única forma de prevenir futuras pandemias con la mirada holística de que existe una sola salud, la humana, la animal y la del medio ambiente. Además, esta pandemia nos plantea otro desafío que es el de la comunicación: ¿quiénes son los que nos comunican?, ¿cómo se comunican entre sí?, ¿Periodistas, científicos, médicos o funcionarios del gobierno, quién nos garantiza la veracidad de la información?
No olvidemos que debemos enfrentarnos a la mala información, los rumores, las marchas y contramarchas que provocan ansiedad y temor a la población. Se deben establecer redes de comunicación, intercambio de datos y formación, creando nuevos conocimientos y afianzando confianza en todos los niveles. La respuesta ante una pandemia requiere la participación y cooperación de todos los países bajo el enfoque de Una Salud.
Por Médico Veterinario Carlos Corvalán Romero, miembro titular de la Academia de Ciencias Médicas de Santa Fe y de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España.
Publicado en Diario La Capital el 22 de marzo de 2021